martes, 5 de abril de 2011

EDUCACIÓN CRISTIANA



EL PORQUÉ DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA  


Tenemos que enfocar nuestros propios pensamientos y reflexión sobre el propósito de la educación Cristiana en la congregación y cómo planificar un ministerio de enseñanza. Es más fácil planificar un ministerio educativo si se sabe hacia dónde se quiere ir y porqué.

1.- ¿Por qué necesitamos un ministerio educativo en la congregación? “La iglesia tiene que enseñar o se muere,” es un adagio muy viejo que nos recuerda que la fe Cristiana si no se enseña se extingue. En el ministerio de la educación, la iglesia enseña a esta generación los entendimientos, tradiciones, y estilos de vida de la comunidad Cristiana. Al mismo tiempo que las demandas del evangelio son personales, el mensaje del evangelio cristiano es para todos aquellos y aquellas que viven aquí y ahora. La educación cristiana es esencial en el desarrollo de cada persona, en el entendimiento y conocimiento de lo que significa vivir como cristianos o cristianas en el mundo de hoy. La educación cristiana tiene la responsabilidad única de hacer que los creyentes conozcan la fe que profesan y que respondan a esa fe de una forma deliberada como pueblo de Dios, en un discipulado que hace decisiones y acciones a la luz de lo que creen. 

2.- ¿Porqué la educación cristiana tiene que ser lo más efectiva posible? La tarea más grande de la educación cristiana es equipar las personas para enfrentar la misión de la iglesia en nuestro mundo. Esta misión está dirigida hacia las personas. Consiste primordialmente en testificar a la gente y comunicar la fe de tal manera que capacite a las personas, tanto dentro como fuera de la iglesia, a escuchar y responder a la palabra y los hechos de Dios en la vida común en este mundo. 

La responsabilidad de la iglesia es:


 a) dar el mejor testimonio posible tanto de lo que Dios ha hecho como lo que Dios está haciendo en el mundo,

b) actuar como agentes de Dios en el trabajo por el amor, la justicia, y la reconciliación entre todas las personas.  

3.- La educación cristiana es una responsabilidad compartida.  Esto sólo puede hacerse cuando la familia cristiana y la iglesia toman seriamente su ministerio educativo y las necesidades de este mundo como objetivo para el testimonio efectivo del evangelio.

a) La educación cristiana en el HOGAR: El hogar es donde ha de empezar la educación del niño.    Sus primeros maestros son sus propios padres, con ellos debe aprender los principios que han de guiarlo durante toda su vida, sobre todo: El respeto – la obediencia – el dominio propio – el amor a Dios y el amor al prójimo. Los padres, en el hogar, deben velar porque sus hijos obtengan una educación integral, que implica instrucción para el desarrollo de un cuerpo sano, de una mente que piense de manera cristiana, de una espiritualidad creciente y de una sociabilidad basada en los principios de la ética cristiana.

b) La educación cristiana en la IGLESIA: La responsabilidad educativa de los padres cristianos, es apoyada desde muy temprano por la iglesia.  En ella el niño refuerza, desde su más tierna edad, los aprendizajes iniciados en su hogar. La iglesia tiene una misión docente, asignada por el propio Señor Jesucristo: “... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado...” Mateo 28:20.  Este mandato cobra especial relevancia en la tarea que la iglesia tiene con sus niños y jóvenes, pues ellos constituyen el futuro de la iglesia, además, Jesús afirmó, refiriéndose a los niños, que “de ellos es el reino de los cielos”.

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